La cebolla de Bedoya o cebolla lebaniega como algunos la denominan, es la única en su especie que no produce lágrimas al cortarla, es una cebolla dulce, con una cantidad mínima de ácido pirúvico entre sus componentes lo que proboca esa dulzura inconfundible, como inconfundible es también su cololor morado característico y el grosor de su carne y un sabor suave, perfumado y muy agradable. Todas estas características han hecho que famosos cocineros vascos como Arzak y Arguiñano hallan mostrado su interés en este producto lebaniego para utilizar en su cocina.
Las localidades pioneras en el cultivo de esta sabrosa cebolla fueron Esanos y San Pedro de Bedoya, ambas localidades pertenecientes al ayuntamiento de Cillorigo de Liébana. La temporada de recolección de estos bulbos comienza en Agosto y se extiende hasta hasta el mes de Noviembre.
